¿Alguna vez has tenido la necesidad incontrolable de comer una torta de chocolate o unas papas fritas y después no poder parar? La ansiedad por comer puede significar varias cosas. A veces la causa es simple y solo tenemos hambre o sed. Pero otras veces nuestras emociones pueden ser la causa. Esto ocurre porque el hambre y las emociones están muy relacionadas.
Sentir ocasionalmente antojos es algo completamente natural. El problema surge cuando utilizamos la comida para sobrellevar situaciones difíciles.
Algunas personas tienen ansiedad por comer cuando se sienten estresadas, tristes o aburridas. Cuando esto ocurre, el cerebro empieza a asociar una emoción negativa con un alimento determinado. Por ejemplo, “estoy estresado y como hamburguesas”, “estoy triste y como chocolates, o “estoy aburrido y como lo que tengo al frente”.
Cuando esta conducta es constante, generamos el hábito de comer compulsivamente para sentirnos mejor. Aunque sintamos un alivio momentáneo, la comida no soluciona nuestros problemas emocionales. Además, la ansiedad por comer puede generar consecuencias negativas en nuestra salud.
Aquí te brindamos cinco consejos para controlar la ansiedad por comer y cuidar tu salud.
1.- Escucha las emociones que aparecen con la ansiedad por comer
La solución no es encontrar algo que nos quite la sensación de hambre. Lo importante es conocer el origen de nuestra ansiedad.
«Una buena forma de saber si es hambre es preguntarte si el hambre lo sientes en la boca o en la barriga»
Cuando surgen emociones negativas debemos escucharlas. Si nos sentimos mal y nuestra primera reacción es comer, solo estamos silenciando la emoción.
Cuando surgen emociones negativas debemos escucharlas. Si nos sentimos mal y nuestra primera reacción es comer, solo estamos silenciando la emoción.
Es importante prestar atención a la emoción que nos impulsa a comer compulsivamente. ¿Qué emoción experimento cuando surge la ansiedad por comer? ¿Me siento triste? ¿aburrido? ¿angustiado? ¿solo?
Si escuchamos más atentamente nuestras emociones, podremos descifrar los mensajes que están detrás de nuestros antojos.
2.- Aprende a gestionar tus emociones.
Frecuentemente en consulta noto que, ante una decepción, falta de aceptación, o de apoyo, el paciente se siente incapaz de manejar aquel estado de ánimo. Cuando esto ocurre, el malestar aumenta y crecen las bases de la ansiedad por comer.
Es importante no ignorar las emociones desagradables. Estas nos indican que debemos generar cambios en nuestra vida. Si identificamos las bases de nuestra ansiedad, podemos iniciar los cambios que necesitamos para ser más felices.
3.- Cuando surja la ansiedad por comer, trata de distraer tu mente
Un tip bastante útil es darnos cuenta de que los antojos son transitorios. Si no les damos energía y evitamos pensar en ellos, lo más probable es que la sensación desaparezca.
Podemos “distraer” nuestra ansiedad por comer con otras actividades que capturen nuestra atención. Hacer ejercicios, salir a caminar o escribir podrían sernos de ayuda.
4.- Aprende a apreciar los aspectos positivos de la vida
Si estás pasando por un momento difícil, mira atentamente a tu alrededor. Identifica otras situaciones, distintas a la comida, que te hagan sentir bien.
Compartir con amigos, escuchar música o leer un buen libro, son fuentes de placer saludables. Cuando identifiques esas situaciones, te darás cuenta de que no dependes de la comida para ser feliz.
5.- Si la ansiedad por comer es incontrolable, busca ayuda de especialistas en el manejo de emociones.
La terapia psicológica te ayudará a identificar las bases de tu ansiedad y a diseñar soluciones específicas para tu caso. Los psicólogos tomarán en cuenta tu historia de vida, tus síntomas y tus recursos para vencer la ansiedad.
Como vimos en el artículo «¿Por qué tengo ansiedad?», tener ansiedad puede ser una invitación a hacer un cambio positivo de vida.
También la meditación resulta útil para tomar distancia de las emociones desagradables.
Ambas alternativas te ayudarán a manejar los síntomas de ansiedad e iniciar un camino de crecimiento personal.
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