Hacer amigos, según la ciencia, incrementa nuestras posibilidades de ser más felices. La vida moderna hace que le demos más importancia al trabajo y a otras obligaciones. Pero conectar con los demás nos permite conocernos aún más, ampliar nuestra experiencia de vida y crecer emocionalmente.
¿Estás pensando en mejorar tu vida social o te has mudado a una nueva ciudad y necesitas hacer amigos? Con la adultez y malas experiencias del pasado nos volvemos más reservados y perdemos nuestra habilidad de abrirnos a los demás.
Como vimos en el artículo «Dos hallazgos sorprendentes sobre la felicidad», de acuerdo a múltiples estudios, las relaciones humanas nos dan más felicidad que los objetos materiales.
Por eso hacer amigos no siempre es fácil. Aquí te damos 6 claves para mejorar tus habilidades para hacer amigos y cultivar tus relaciones.
“La Felicidad solo es real cuando es compartida”
Christopher McCandless
1.- Hacer amigos es establecer vínculos. Empieza por identificar cómo son los vínculos que ya tienes
Si ya tienes amistades identifica cuáles son. Recuerda qué herramientas del pasado te sirvieron para desarrollar esos vínculos. Y también observa qué vínculos has perdido y por qué.
Si una amistad no funcionó en el pasado no dejes que esa experiencia determine tus otras relaciones. Si solo te enfocas en los defectos siempre te sentirás solo o en mala compañía.
Lo importante es aprender a establecer amistades donde no idealicemos al otro y no perder nuestra capacidad de confiar en los demás. Recuerda, todas las personas son distintas y todas tienen cosas distintas por ofrecer.
2.- ¡Cada vez que puedas, aparece!
A veces por cansancio o preferir estar solos optamos por no salir. Cuando esto se convierte en un hábito podemos perdernos de muchas experiencias de vida.
Si es que este es tu caso, cada vez que se presente la oportunidad de hacer amigos o de cultivar tus relaciones, hazlo.
Haz un esfuerzo y trata de no poner excusas. Procura asistir a los lugares que te inviten o has pequeñas apariciones en la vida de los demás.
Un simple saludo por WhatsApp o Facebook también puede ser el punto de partida para empezar a compartir y sostener una amistad.
3.- Busca nuevos lugares o situaciones para conocer gente nueva
Las amistades que tenemos se han forjado porque forman parte de nuestras rutinas de vida.
Si lo que te interesa es renovar tu círculo de amistad y hacer amigos, es fundamental que cambies de rutina. Empieza por ir a lugares nuevos, ir a eventos o los que normalmente no irías.
Trata que el miedo ante una situación miedo no te paralice. Como vimos en el artículo ¿Cómo vencer el miedo?, debemos anteponer lo que deseamos para poder conseguir el cambio que queremos para nuestra vida.
Participar de algún voluntariado o inscribirte en un taller de tu interés te permitirá formar nuevas redes.
Puede que esta estrategia no siempre tenga éxito, pero por lo menos aprenderás de la experiencia. Y así, sabrás que cosas cambiar para una siguiente oportunidad.
4.- Muestra interés en el otro
Si ya empezaste hacer vínculos con otros, es importante que la conversación no gire en torno a ti.
Hacer amigos empieza por saber escuchar y estar atento lo que el otro comparte. Si en la conversación que tienen, identificas que hay algo que le interesa o apasiona, hazle sencillas preguntas como: ¿Desde cuándo te dedicas a eso? o ¿Y eso cuándo te ocurrió?
Más aún si la persona está exponiendo sus miedos e inseguridades, es importante no interrumpir haciendo juicios de valor o hablando de nosotros mismos.
De esa manera, el otro se empezará a sentir más valorado y en confianza para seguir abriéndose a la relación.
5.- Identifica sus cualidades
Si eres una persona que se fija más en los defectos o en lo que al otro le falta, te será más difícil hacer nuevos amigos.
Trata de observar atentamente al otro e identifica cuáles son sus cualidades. Cuando las reconozcas, estarás más abierto a esa persona e incluso sus cualidades podrían servirte de inspiración personal.
6.- Aporta a la amistad a través de mensajes positivos
Hacer amigos es un ejercicio que nos permite crecer y hacer crecer al otro. Conviértete en alguien útil para la persona haciéndole notar sus cualidades y lo que puede lograr.
De esa manera, estrecharás el vínculo y te convertirás alguien significativo en su vida.
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