Aprender a perdonar no siempre es sencillo. Nuestra vida está marcada por nuestras experiencias con otros. No somos individuos aislados, formamos parte de contextos y relaciones de distintos tipos. Desafortunadamente, no todas nuestras relaciones han sido fáciles.
Si hemos tenido decepciones, malentendidos y discusiones fuertes con personas que fueron importantes para nosotros, probablemente los recuerdos estén acompañados de dolor, frustración o incluso de ira.
Muchos tenemos algún evento doloroso de nuestro pasado que nos cuesta dejar ir. Alguna historia con nuestros padres, expareja o amigos donde nos sentimos lastimados y que a veces aparece en nuestra mente haciéndonos revivir esos momentos de dolor.
¿Por qué perdonar?
Dejar ir los eventos dolorosos del pasado nos ayuda a tener un presente más pleno
Gran parte de nuestros problemas del presente radican en situaciones del pasado que no hemos logrado resignificar.
Muchos de mis pacientes, confiesan sentirse estancados en sentimientos de rencor o resentimientos que les impiden abrirse a nuevas experiencias y relaciones.
Esto ocurre porque tienen el pasado como un elemento muy presente en sus vidas, afectando su posibilidad de disfrutar plenamente de las condiciones de su situación actual.
Perdonar es una oportunidad para tu crecimiento personal
Además de sentirnos más livianos para avanzar en el presente, al aprender a perdonar desarrollamos nuevas fortalezas.
Cuando realmente perdonamos le damos un nuevo significado a los eventos del pasado. Dejamos de ser solo las víctimas de la situación y obtenemos un aprendizaje de la experiencia.
Para llegar a este punto, debemos valernos de nuestros recursos internos para transformar las malas experiencias en crecimiento personal. Y al fortalecer estos recursos podemos afrontar futuros conflictos o situaciones difíciles que se presenten en nuestra vida desde una nueva perspectiva.
Saber perdonar tiene beneficios para la salud según la ciencia
Además de las consecuencias emocionales, el no saber perdonar afecta también nuestra salud. Numerosos científicos han identificado una estrecha relación entre emociones como el resentimiento o el odio y el estrés crónico, el insomnio, depresión y problemas cardíacos.
¿Cómo empezar a perdonar?
1.- Ampliar nuestra comprensión sobre el otro
Empecemos por entender que el otro no es necesariamente alguien dañino. Tratemos de ver a la otra persona de manera integral y entender su contexto. Podemos reflexionar internamente y preguntarnos ¿Por qué esta persona actuó de esta manera?, ¿Qué situación o evento de su vida la pudo motivar a actuar así?
Incluso si el resentimiento no es muy profundo, podemos tratar de ver la totalidad de la persona considerando también sus cualidades. De esa manera, no solo nos enfocamos en su error y tenemos una visión más completa de la situación.
Este ejercicio también es útil para tomar distancia de las emociones negativas como el resentimiento o las ganas de venganza. Así, podemos quitarle peso a la emoción y evaluar la posibilidad de perdonar al otro.
2.- Para perdonar, debemos aceptar que no podemos cambiar el pasado
Debemos asumir que no podemos cambiar los eventos del pasado. No perdamos tiempo ni energía imaginando cómo te hubiera gustado que el otro se comporte o qué hubiera ocurrido si actuabas de otra manera.
Como vimos en el artículo «Cinco cosas que dejan pasar las personas felices», debemos entender que no tenemos control sobre el comportamiento de los demás. Estos no siempre van a actuar conforme a nuestras expectativas. Somos los únicos responsables de nuestra felicidad.
Con nuestra imaginación no podemos cambiar los eventos del pasado, pero si podemos elegir que hacer en el presente para afrontar la situación.
3.- Podemos elegir aprender de la situación
Si vemos a nuestro alrededor, las personas más fuertes no son necesariamente las que han tenido una vida más fácil. Las dificultades, si sabemos transformarlas puede ayudarnos a crecer a nivel emocional y espiritual. Detrás de las grandes historias de éxito, existen historias de múltiples caídas y dificultes. La vida es una excelente maestra si decidimos escuchar la lección y transformarla.
4.- El rencor no es la única opción. Tenemos la capacidad de decidir como sentirnos
Aunque la persona haya cometido un error, nosotros podemos elegir cómo sentirnos al respecto. La última libertad humana es la libertad de elegir cómo nos afectan las situaciones.
Podemos elegir vivir con resentimiento, lo que nos hará revivir esa situación con dolor cada vez que la recordemos. O podemos elegir ver esta experiencia desde una perspectiva más amplia.
En este caso, y si tu resentimiento es muy fuerte. Nuestro modelo de terapia te podrá ayudar a transformar el rencor en crecimiento personal y darte herramientas para enfocarte en el presente.