Cuando hemos sido expuestos a varias situaciones negativas en el pasado y no hemos podido procesarlas ni liberar las emociones asociadas, esto tiene un impacto en la manera en como manejamos el presente y la posición que tenemos hacia el futuro.
La angustia es una de las emociones que más nos cuesta liberar porque su aparición está relacionada con distintos tipos de miedo. Cuando no somos capaces de ver y de afrontar esos temores, la angustia aparece para recordarnos que debemos liberar ciertas cargas emocionales del pasado.
Liberar la angustia
Para algunos, la angustia aparece como una sensación de gran incomodidad o un miedo paralizante que se puede sentir incluso de forma física.
Esta emoción trae consigo pensamientos fatalistas que incrementan aún más el malestar, generándose una situación circular que ocurre cada vez que se presenta una condición difícil o de cambio en nuestras vidas.
Sin embargo, en el día a día podemos realizar acciones para liberar la angustia de forma gradual y saludable.
Aprende a tener una relación consciente con tu propio bienestar
Cuando pasamos por períodos de angustia y ansiedad ocurre un desbalance químico en nuestro organismo. Las hormonas del estrés se mantienen activas haciendo que nuestro cuerpo y mente estén constantemente en sobre alerta, desgastando nuestra energía.
Sin embargo, podemos realizar acciones conscientes para recuperar nuestro bienestar incluso incrementar los niveles de hormonas positivas, como la oxitocina. Esta hormona se activa en nuestro cuerpo cuando sentimos bienestar, afecto y contención.
Para hacerlo, es necesario que generar acciones de forma integral que contemplen la calidad de nuestros pensamientos, el autocuidado como una forma de protección personal y el tipo de emociones que tenemos.
Algunas herramientas esenciales para ello son:
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- Pensamientos para reprogramar tu mente.
- Acciones físicas para autocuidarte.
- Prácticas para liberar emociones estancadas.
Pensamientos para reprogramar tu mente y cambiar tu diálogo interno
Cuando alguien sufre de angustia de forma recurrente es común que aparezcan pensamientos como “Estoy harta de sentirme así” o “¿Por qué no son normal?”
Este diálogo interno muchas veces empeora la situación. Por eso, es momento de cambiar la manera en como te hablas a ti mismo en esos momentos de angustia.
Háblate con paciencia y trata de acogerte en lugar de juzgarte o rechazarte.
Si sientes que, en pleno episodio de angustia, tus pensamientos están jugando en contra tuya. Pregúntate a ti mismo: ¿Este pensamiento es beneficioso para mí? ¿Este pensamiento me hace sentir mejor conmigo mismo?
Acciones físicas para autocuidarte
Lo primero es empezar identificando que actividades son buenas para ti y cuáles no.
Hay acciones que son básicas para ayudar a que tu sistema nervioso esté más estable y de esa forma liberar la angustia. Esto también nos sirve para generar mejores condiciones en nuestra vida interna y así evitar que la angustia vuelva aparecer:
- Cuídate del estrés y genera un balance entre tu vida laboral y el descanso personal. Conoce estás excediendo tus propios límites Evita en la medida de lo posible sobrecargarte.
- Evitar el alcohol y las sustancias psicoactivas. Estas además de maltratar tu cuerpo te resta la lucidez necesaria para afrontar tus emociones.
- Comer de forma saludable cuidando tu salud física, es decir no solo comer, sino aprender a nutrirte con alimentos que te hagan bien en un corto y largo plazo.
- Dormir lo suficiente. Si buscas liberar la angustia, probablemente tu sistema nervioso esté más alterado y sensible de lo normal. Por lo tanto, escucha a tu cuerpo y dale el descanso que requiere.
Prácticas para liberar emociones estancadas
Las técnicas de respiración consciente y el mindfulness han mostrado ser bastante útiles para liberar emociones como la angustia.
- Técnicas de respiración
La respiración está relacionada con la activación fisiológica que se produce en momentos de angustia, estrés y ansiedad.
Cuando se activa en nosotros una considerable sensación de alerta, empezamos a hiperventilarnos. Nuestra respiración se vuelve más corta y demasiado rápida o muy profunda y con grandes inhalaciones de aire.
En ambos casos, estamos respiramos más oxígeno del necesario y es ahí cuando surgen reacciones como mareos, taquicardia, presión en el pecho, sensación de ahogo, etc.
Por eso, es útil aprender técnicas de respiración controlada, donde conscientemente prestamos atención a nuestra respiración y le asignamos el ritmo necesario para recuperar nuestra sensación de control.
- Practica mindfulness
El mindfulness consiste en distintos ejercicios encaminados a dejar pasar nuestros pensamientos y emociones sin evaluarlos.
Ello nos enseña a tomar distancia y dejar de darle tanta energía a los pensamientos del pasado o anticiparnos al futuro y así enfocar nuestra atención en el momento presente.
Cuando sufrimos de angustia de forma recurrente es porque no sabemos relacionarnos con el pasado y con el futuro de manera saludable. Sentimos que debemos protegernos del futuro en base a los miedos aprendidos en el pasado.
Pero si vives plenamente el presente tienes más excedente para incorporar patrones de pensamiento más beneficiosos y reforzar la creencia de que estás a salvo.
Busca ayuda profesional
Con la guía de un terapeuta, aprenderás a reconocer cuál es el rol que la angustia ha cumplido en tu vida, cuál es su raíz y como liberarte de ella.
¿Qué lograrás con nuestra terapia para liberar la angustia?
- Herramientas concretas a través de técnicas de respiración para liberar la angustia y tener mayor bienestar en tu día a día.
- Cambiar creencias limitantes y reemplazarlas por pensamientos que te ayuden a conectar con tus recursos.
- Aprender a racionalizar tus emociones y ver tus problemas desde una perspectiva más objetiva.