¿Qué hacer cuando ya no soporto más?
A continuación, daré 3 tips que suelen ser de ayuda:
1.- Una técnica infalible: Proyecta tu mente al futuro
Un método que suelo utilizar es “la proyección al futuro”.
Imagina el evento que estás experimentando ahora y el estrés o ansiedad que te genera. Ahora pregúntate lo siguiente:
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- ¿Qué tan importante será esta situación dentro de 10 años? ¿Será determinante?
- Frente a la muerte de esa persona importante en tu vida, ¿Qué tan importante resulta?
- Si te enteras ahora que tienes una enfermedad terminal, ¿Sería igual de importante?
Usualmente las respuestas son no. Y esto nos permite restar importancia a nuestras preocupaciones y bajar la ansiedad y estrés que nos generan.
Si una de las respuestas es sí; usualmente voy y hago algo al respecto, de lo contrario paso al punto 2.
2.- ¡ALTO! Atrévete a conocer el extraordinario poder de una pausa.
Date un tiempo para ti. No vas a poder ser de ayuda para otros si tú no estás bien. Es sentido común, pero es quizás lo más difícil de lograr. Es más fácil cuidar de otros que de nosotros mismos.
Una opción es no reaccionar inmediatamente a la emoción y revisar cómo nos sentimos al respecto tras haber recuperado la calma. Viéndolo estratégicamente esta opción nos permite un tiempo adicional para planear mejor cómo lograr nuestro objetivo. ¡Las investigaciones muestran que una pausa de 5 minutos es suficiente!
Es sano poder darnos la oportunidad de reaccionar de una manera contraria a lo que nuestras emociones nos dictan. Bajar el ritmo nos ayuda a percibir la situación con mayor claridad. Como decía Napoleón: “Vístanme despacio que tengo prisa”.
3.- ¡RESPIRA! Suena a cliché… pero no lo es…
Está probado que el respirar profundamente tienen un efecto calmante directo en nuestro cerebro.
El doctor Joshua Gordon, de la Universidad de Columbia, plantea lo siguiente: “La amígdala es el centro de respuesta emocional del cerebro, cuando percibimos algo desconcertante esta provoca de inmediato una reacción emocional pura (léase visceral e intensa)… si respiras hondo y retrasas la acción das tiempo al córtex prefrontal para que controle esta respuesta emocional”. ¡Qué difícil se nos hace en el momento de cólera!
Nuestro equipo de psicólogos en Lima ha desarrollado un programa especial para el manejo de la ira pueden enseñarte a controlarlas. Desde aprender meditar o ejercicios de relajación que te permitirán crear un poco de paz dentro de tantos pensamientos, emociones y tareas pendientes.
¿Es normal sentir que no soporto más?
Todos experimentamos estados de estrés, ansiedad e incluso pánico, donde llegamos a sentir que no podemos más. La clave no está en estar libres de estos momentos, sino de aprender a responder a ellos.
Tal como decía Jorge Bucay: “No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones”.
Tras mis 6 años de formación como psicóloga escuché e incorporé la idea de lo positivo de expresar siempre nuestras emociones. Todos parecían estar de acuerdo con esta idea, mis libros y profesores solían repetir frases del estilo:
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- Dígale a su interlocutor exactamente cómo se siente: No le oculte nada.
- La expresión de los sentimientos es el primer paso para controlarlos.
- Albergar sentimientos negativos no es saludable.
- La mejor forma de expresar lo que sentimos será de forma directa, abiertamente y sin tapujos.
- Etc.
¡Al parecer lo correcto era hacer justicia con nuestros sentimientos y expresarlos conforme aparecieran, demostrándolos inmediatamente!
Pero… ¿Es justo y necesario expresar siempre nuestros sentimientos?
Ninguna emoción es eterna. Usualmente las emociones no duran más de unos minutos en nuestra mente y sin embargo vivimos reaccionando a ellas.
Estamos muy enojados y al poco rato el enfado se ha ido. Estábamos alegres al salir de casa y al toparnos con el tráfico la alegría se esfuma. Las emociones juegan sin control en (y con) nuestra mente.
El maestro budista Ole Nydalh plantea lo siguiente en relación con las emociones: “Cinco minutos antes no estaba ahí, y de acuerdo con la experiencia, cinco minutos más tarde habrá desaparecido de nuevo. No tendría sentido entonces seguir ahora a un sentimiento que está en constante cambio y comportarse de acuerdo con él”.
Pese a toda la teoría psicológica sobre expresión sincera de nuestros sentimientos, considero que cuando la emoción es la cólera, lo más inteligente es no actuar o hablar en ese momento. “Ser siempre sinceros y directos respecto a nuestras emociones no es de ayuda”.
Gracias por el artículo.
"El hombre debe aprender en primer lugar a controlarse debidamente a sí mismo antes de que pueda emplear en forma cabal su conocimiento para gobernar con corrección la familia, la comunidad o la nación que le corresponda presidir" (DBY, 265).
Es cierto, uno debe controlar sus emociones. Sobre todo en el contexto del hogar o del trabajo. Entiendo que muchas personas buscan "desfogar" las tensiones acumuladas, haciendo deporte o alguna otra ctividad. Personalmente hago ello, ademas de escribir.
En el momento en el que suceden las cosas, si es muy dificil el controlarse, pero es cierto que "respirar" y "pensar" ayudan mucho. Buen post, que sigan los exitos.
Gracias Eduardo por los consejos y deseos,
Andrea
Hablando sobre el saber gobernar nuestras emociones Salomón dijo: "mejor es el que tarda en airarse que el fuerte,Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad" Proverbios 16:32
El artìculo tiene una verdad absoluta , personalmente los años de reprimir mis emociones y sentimientos me fueron causando un fuerte stress y ansiedad , despuès de un tiempo de terapia con un psicologo exploté .. dejè la "embarrada" como decimos en Chile y desde ese momento enfrento a cada persona en forma directa y asertiva , digo absolutamente lo que pienso y siento de la situaciòn ..esta actitud me ha permitido ser una persona mas segura y feliz.
La templanza de una persona se mide por el tamaño de las cosas que la encolerizan. Estoy segura de que esta frase que encontré una vez, está llena de sentido en la dirección de lo que habláis. El hacernos "señores" nuestra amígdala nos da ocasion para continuar con lo que de verdad importa.