Todos hemos pasado en alguna ocasión por un momento de timidez. Esto te pudo haber pasado en un grupo con gente nueva o en alguna exposición importante frente una audiencia. Te sentiste nervioso, empezaste a tartamudear o te querías morir de vergüenza. ¡No eres el único! Aunque no lo creas, casi todos tenemos cierto nivel de timidez y de inseguridad.
Muchos cantantes confiesan haberse sentido nerviosos antes de dar un gran concierto. También algunos conferencistas importantes comienzan sus charlas con un poco de miedo escénico. Hasta las personas que parecen más fuertes o las que demuestran tener más seguridad pueden pasar por momentos de timidez.
Sin embargo, la gran diferencia es que ellos lo disimulan mejor o deciden afrontar su miedo.
La diferencia está en la intensidad y el tipo de timidez
Algunos tenemos lo que se conoce como timidez situacional. Esta timidez solo surge en ciertas circunstancias. Por ejemplo, puedes tener mucha habilidad para conocer gente nueva, pero tienes un gran miedo de hablar en público.
Pero para otras personas, la timidez está siempre presente en la mayoría de espacios de su vida. En muchas ocasiones sienten miedo de relacionarse con otros o de expresar sus pensamientos o sentimientos.
Cuando la timidez es extrema se conoce como fobia social. En ese caso, el miedo de interactuar con otros es tan grande que se experimentan otros síntomas como sudoración, náuseas o incluso ataques de pánico. Las causas de este tipo timidez, generalmente se deben a eventos traumáticos del pasado difíciles de identificar de manera consciente. Podría ser un olor, un tipo de relación o un lugar específico. En esos casos, es recomendable buscar ayuda psicológica para identificar el origen de esta fobia y desarrollar pautas para vencerla.
¿Qué es la timidez?
Es una sensación de miedo que surge cuando nos enfrentamos a situaciones en las que nos sentimos expuestos a ser rechazados o juzgados. En el artículo, “¿Cómo vencer el miedo?” vimos que el miedo aparece en situaciones donde sentimos que debemos protegernos.
Al igual que otros miedos, la timidez puede paralizarnos y restarnos la posibilidad de actuar con la libertad y naturalidad que nos gustaría.
Estudios científicos han demostrado que la timidez puede afectar nuestro bienestar personal o nuestras relaciones de pareja. Incluso, quienes son extremadamente tímidos pueden desarrollar depresión y tener comportamientos de aislamiento.
Como vimos en el artículo “¿Cómo hacer amigos? 6 consejos para ser más sociable”, aprender a compartir con otros es una herramienta básica para la felicidad. Hace nuestra vida más significativa y nos permite crecer emocionalmente. Pero, cuando la timidez nos invade, nos resta habilidad para relacionarnos de forma natural con los demás. De ese modo, también afecta nuestra autoestima y seguridad personal.
Si sientes que la timidez te está quitando libertad para actuar como quieres o como te gustaría ser. Este artículo es para ti. Hemos pensado en 7 claves para ayudarte a trabajar con este incomodo miedo.
1.- EMPIEZA POR EXPLORAR EN QUÉ SITUACIONES ERES TÍMIDO
Si tu timidez solo aparece en ciertas circunstancias, haz memoria e identifica qué situaciones gatillan tu timidez. ¿Es invitar a salir a alguien?, ¿ir a un lugar donde no conoces a nadie? Por ejemplo, un gatillador bastante común es hablar en público.
Siendo consciente de estos “gatilladores”, puedes establecer un plan de acción para enfrentar esas situaciones.
2.- DEJA DE EVADIR ESAS SITUACIONES Y ENFÓCATE EN TRABAJAR EN ELLAS
Aunque evitar las situaciones donde somos tímidos es el camino más fácil, generalmente estas situaciones se continuarán presentando en nuestra vida. Por eso, lamentablemente huir de ellas no es la solución. De hecho, en la siguiente oportunidad el nerviosismo será el mismo o incluso peor.
Si realmente quieres cambiar tu timidez, te recomendamos afrontar estas situaciones de manera gradual. Puedes empezar estableciendo pequeñas metas.
Por ejemplo, si un amigo te presenta a alguien nuevo, trata de no huir de la situación. Puedes empezar por estar presente y ser un observador. El simple hecho de no evadir es un pequeño logro. Más adelante, y en la medida en que te sientas más confiado, puedes intervenir haciendo alguna pregunta. Esto te ayudará a adquirir confianza e introducirte de a pocos en la conversación.
Anímate hacer estos pequeños cambios, si lo piensas bien, ¡Realmente no tienes nada que perder!”
3.- PARA VENCER LA TIMIDEZ, EMPIEZA POR DESHACERTE DE LAS CREENCIAS NEGATIVAS ACERCA DE TI
La timidez surge a partir de pensamientos negativos, asunciones o prejuicios que tenemos sobre nosotros mismos.
Estos pensamientos se transforman en historias que nos repetimos a nosotros mismos y tienen una gran influencia en cómo nos sentimos. Si en tu cabeza, constantemente te ves como una persona tímida e insegura, de seguro actuarás como tal.
En el artículo ¿Qué historias te cuentas sobre ti mismo?, vimos que las etiquetas que utilizamos para describirnos nos proporcionan un sentido de identidad. Sin embargo, estas etiquetas no siempre son ciertas, o bien ya no nos representan.
Tu timidez se origina en una creencia negativa acerca de ti mismo. Las creencias más comunes son considerarse poco inteligente, hábil o atractivo.
Aunque sabemos que no es fácil, te invitamos a cambiar esa historia con el siguiente paso.
4.- ANALIZA TUS ENCUENTROS SOCIALES Y CAMBIA EL SIGNIFICADO QUE LES DAS
Para cambiar las historias que nos contamos acerca de nosotros mismos, debemos empezar por reflexionar.
Para ello es útil realizarte estas preguntas que te servirán como guía para cuestionar la manera en como te juzgas. También te ayudarán a darle un nuevo significado a los encuentros sociales donde sientes que la timidez te invade.
-
- En ese momento de timidez, ¿Cuáles son los pensamientos e historias que pasaban por tu cabeza?
- ¿Por qué crees que te pusiste nervioso?
- ¿Crees que los demás también te ven así? ¿Tienes evidencia de eso? ¿Podría ser que esos pensamientos solo los crees tú y no son compartidos por el resto?
Respondiendo a estas preguntas podemos empezar a cambiar las creencias negativas y prejuicios que tenemos sobre nosotros mismos. Y esto, es un buen punto de partida para hacer los cambios que quieres para tu vida.
5.- FINGE HASTA LOGRARLO
Cuando empieces a implementar estos cambios es normal que al principio te sientas aún un poco inseguro. Si ese es tu caso, te aconsejo es que al inicio te pongas una “máscara de seguridad” hasta que te conviertas en alguien seguro.
También puede ayudarte el artículo: ¿Cómo puedo mejorar mi autoestima siendo hipócrita?
Al actuar como “alguien no tímido” y meterte en el personaje de “alguien seguro” eventualmente los sentimientos y pensamientos que te limitan perderán fuerza y se irán desvaneciendo.
Cuando hacemos esto estamos dejando de darle energía a esa “etiqueta de la timidez” que tú mismo te impusiste, y empezarás a enfocarte en aquella versión que te gustaría ser.
6.- ENFÓCATE EN ESTAR PRESENTE EN EL AQUÍ Y AHORA
La timidez surge cuando traemos pensamientos negativos a nuestra cabeza. Estos pensamientos aparecen como fantasmas que no nos dejan enfocarnos ni disfrutar del presente.
Una mente enfocada en el “aquí y ahora” es una mente fresca. Cuando la mente está relajada, tú también actuarás como tal.
Si llevas este ideal a un encuentro social, estarás más abierto a disfrutar del momento y dejarás de escuchar tus propios pensamientos e ideas limitantes.
Esperamos que estos consejos te ayuden a liberarte de esa timidez que afecta tu tranquilidad y felicidad. De seguro tienes muchas cosas buenas que mostrar y sería increíble que los demás también puedan verlas.