¿Han notado que, a pesar de sus esfuerzos, algunos momentos en familia que antes eran agradables ahora son más tensos? ¿Se preguntan si lo que están viviendo es parte natural de ser familia o si necesitan un poco de ayuda extra? ¿Les inquieta no saber si es el momento adecuado para buscar apoyo?
En nuestra experiencia trabajando con familias, hemos aprendido que estas preguntas son más comunes de lo que imaginamos. Y algo interesante que hemos descubierto es que las familias suelen tener una sabiduría intuitiva: cuando se preguntan si necesitan ayuda, generalmente hay una buena razón para ello.
1. Señales que indican que podría ser momento de buscar apoyo
Imagina que tu familia es como un equipo de música donde cada instrumento tiene su papel. A veces, cuando algo no está funcionando bien, empezamos a notar ciertas «desafinaciones»:
En la comunicación diaria:
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- Conversaciones que antes fluían, ahora terminan en frustración.
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- Silencios que se vuelven más largos y pesados.
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- Temas que se vuelven «intocables».
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- Momentos familiares que generan más tensión que disfrute.
Consejo práctico: Esta semana, observen cuándo y cómo se dan estas «desafinaciones». No para juzgarlas, sino para entender mejor el momento que están atravesando como familia.
2. Cambios en la vida familiar
A menudo, las familias me dicen:
«Antes podíamos manejar esto, pero ahora es diferente». Algunos cambios que pueden indicar que es momento de buscar apoyo:
En las rutinas:
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- Las comidas familiares se han vuelto momentos tensos.
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- Cada quien pasa más tiempo en su espacio personal.
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- Actividades que antes disfrutaban juntos ahora se evitan.
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- Se siente como si todos estuvieran «caminando de puntillas».
En las relaciones:
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- Algunos miembros se han vuelto más distantes.
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- Se han formado «bandos» dentro de la familia.
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- Los pequeños desacuerdos escalan rápidamente.
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- Hay temas sin resolver que todos evitan.
Consejo práctico: Piensen en un momento reciente donde sí pudieron manejar bien una situación difícil. ¿Qué fue diferente en ese momento? Estos momentos nos muestran recursos que ya tienen como familia.
3. Señales en cada miembro de la familia
Cuando una familia está atravesando un momento difícil, cada miembro lo expresa de manera diferente. Los adultos pueden notar:
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- Mayor cansancio emocional.
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- Dificultad para concentrarse en el trabajo.
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- Preocupación constante por la familia.
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- Sensación de no saber qué más hacer.
De otro lado, los niños y adolescentes pueden mostrar:
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- Cambios en sus notas o actitud hacia la escuela.
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- Alteraciones en el sueño o apetito.
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- Comportamientos que llaman la atención.
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- Malestares físicos frecuentes.
Consejo práctico: Al final del día, tomen un momento para preguntarse:
«¿Qué pequeña cosa fue mejor hoy que ayer?» Este ejercicio ayuda a notar tanto las dificultades como los recursos de la familia.
4. Momentos de transición que pueden necesitar apoyo
Hay situaciones en la vida familiar que, aunque sean normales,
pueden beneficiarse de apoyo profesional:
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- Llegada de nuevos miembros a la familia.
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- Cambios importantes (mudanzas, cambios de trabajo).
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- Situaciones que generan estrés adicional.
Lo importante no es tanto la situación en sí, sino cómo está afectando a la familia.
5. Cuándo es el momento de dar el paso
Muchas familias se preguntan:
«¿No deberíamos poder resolver esto solos?»
La realidad es que buscar ayuda no es señal de debilidad, sino de sabiduría. Es como cuando llevamos el auto al mecánico: no esperamos a que se detenga por completo, vamos cuando notamos que algo no está funcionando como debería.
Es buen momento para buscar apoyo cuando:
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- Los intentos de solución no están dando resultado.
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- La situación está afectando el día a día.
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- Hay preocupación por algún miembro de la familia.
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- Las tensiones son más frecuentes que los momentos agradables.
Consejo práctico: Pregúntense:
«En una escala del 1 al 10, ¿qué tan urgente siento que es buscar ayuda?» Si diferentes miembros de la familia dan números diferentes, es una buena oportunidad para conversar sobre lo que cada uno está percibiendo.
6. Preparándose para buscar ayuda
La decisión de buscar terapia familiar es importante. Algunas cosas que ayudan:
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- Conversar abiertamente sobre la idea en familia.
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- Escuchar las preocupaciones de cada miembro.
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- Acordar dar un primer paso juntos.
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- Mantener expectativas realistas.
Consejo práctico: Antes de buscar un terapeuta, pidan a cada miembro de la familia que complete esta frase:
«Me gustaría que nuestra familia…» Esto ayuda a identificar objetivos comunes.
7. ¿Qué pasa si hay resistencias?
Es normal que algunos miembros de la familia duden sobre buscar ayuda. Pueden surgir pensamientos como:
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- «Los problemas familiares se quedan en casa».
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- «No necesitamos que alguien extraño nos diga qué hacer».
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- «Las cosas ya mejorarán solas».
8. ¿Qué podemos esperar de la terapia familiar?
La terapia familiar crea un espacio donde:
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- Cada miembro puede sentirse escuchado.
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- Se pueden encontrar nuevas formas de comunicarse.
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- Se descubren recursos que la familia ya tiene.
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- Se construyen soluciones juntos.
El proceso es como abrir una ventana en una habitación que se ha vuelto demasiado cerrada: permite que entre aire fresco y nuevas perspectivas.
Consejo práctico: Compartan en familia un momento del pasado donde superaron juntos una dificultad. ¿Qué habilidades usaron entonces que podrían ser útiles ahora?
Conclusión
Buscar ayuda profesional es como abrir un mapa cuando sentimos que hemos perdido el rumbo. No significa que no sepamos caminar, sino que en este momento particular necesitamos una perspectiva diferente para encontrar el mejor camino. Recuerda que todas las familias atraviesan momentos difíciles y buscar ayuda es un acto de amor y responsabilidad. No necesitas esperar a que las cosas empeoren, tu familia ya tiene recursos: la terapia ayuda a redescubrirlos y potenciarlos
Preguntas frecuentes
¿Cuánto tiempo necesitaremos terapia?
Cada familia tiene su propio ritmo. Algunas notan cambios significativos en pocas sesiones, otras pueden beneficiarse de un proceso más largo. Lo importante es que irán notando las mejoras en el camino.
¿Necesitamos ir todos?
Aunque es ideal que participen todos, podemos comenzar con quienes estén dispuestos. A menudo, cuando algunos miembros empiezan a experimentar cambios positivos, otros se interesan en participar.
¿Y si algunos no quieren ir?
Es comprensible. Podemos empezar con una sesión de prueba donde todos puedan conocer cómo es el proceso sin compromiso. La experiencia muestra que las resistencias suelen disminuir cuando las personas ven que el espacio es seguro y respetuoso.
¿Cómo elegir un terapeuta familiar?
Busquen alguien que les haga sentir cómodos y escuchados, tenga experiencia con situaciones similares, muestre interés por las fortalezas de su familia y sea claro sobre cómo trabaja.
En casa hemos sufrido una gran pérdida con el fallecimiento de mi suegro, ya han pasado un par de meses y aun se siente muy fuerte el dolor, sobretodo en mis hijos, creo que es momento de tomar terapia familiar que nos ayude a superar este momento.