En este artículo hablaremos del deseo sexual, las diferentes formas en las que el deseo se manifiesta y mitos acerca del deseo sexual en hombre y mujeres. También abordaremos las causas más frecuentes de un bajo deseo sexual y qué hacer si tu pareja no desea tener relaciones sexuales o si tú estás perdiendo el interés en el sexo.
¿Es normal que mi pareja tenga una falta de deseo sexual?
Todas las personas tenemos deseos sexuales, pero no todas tenemos los mismos niveles de deseo o la misma forma de generarlo. Por esta razón, cuando estamos en una relación de pareja es difícil equilibrar nuestras necesidades. Esta situación de desbalance puede generar que uno de los miembros de la pareja se sienta dejado de lado, descuidado y empiece a dudar de la relación. Algunas personas experimentan un alto deseo sexual y otras uno muy bajo. Y aunque esto resulta un poco obvio, cuando estamos en pareja y nuestros niveles no sincronizan: ¡lo obvio pasa a ser una gran complicación!
¿Qué hacer cuando no tenemos el mismo deseo sexual que nuestra pareja?
A lo largo de mi experiencia en terapia de pareja, muchos hombres y mujeres me han preguntado sobre el porqué de su bajo deseo sexual. Esta situación tiende a preocuparlos, haciéndolos sentir inadecuados y plantearse interrogantes del tipo:
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- ¿Qué me está ocurriendo?, yo no era así.
- ¡Con mis hijos al costado ya ni siquiera me acuerdo del tema!
- Si fuera por mi pareja tendríamos todos los días relaciones y por mí no lo haríamos nunca.
- ¡Me siento inadecuado y ya no sé qué inventar!
- ¿Es normal no sentir deseo sexual?
- ¿Por qué soy así?
- Etc.
Antes de definirnos como faltos de libido, es importante entender que el apetito sexual suele tener altibajos. Es algo que les sucede a todas las personas debido a diversas situaciones (estrés, tristeza, nuevos roles o tareas, etc.). Por estas razones, el desinterés en el sexo ocurre como algo transitorio.
Si acabamos de ser madres obviamente nuestras horas de sueño se han reducido. El tiempo para nosotros mismos también se ha reducido y es natural que el tiempo «extra» lo queramos invertir en dormir en vez de en tener sexo.
Así mismo, si hemos empezado un gran proyecto laboral y el estrés nos acompaña, naturalmente el deseo va a disminuir.
El no tener fantasías y deseos sexuales no significa que algo ande mal en ti. Tampoco significa que no vayas a ser capaz de sentir (o volver a sentir) placer. Finalmente, las investigaciones sugieren que quizás no es falta de libido solo una forma diferente de llegar a la excitación sexual.
El cine y la literatura nos han convencido de que el único patrón de excitación es: Deseo: Excitación: Orgasmo: Resolución.
En conclusión, que debemos sentir un alto nivel de deseo antes de iniciar el contacto. Sin embargo ¡este no es el único patrón!
Muchas veces nuestra pareja no tiene deseos sexuales, pero en cuando empezamos con las caricias, se empieza a excitar y a disfrutar. ¿Qué es lo que ocurre?
¡Sucede que para muchas personas el deseo es posterior a la excitación!
Si no tienes deseos o fantasías sexuales, pero en cuanto tu pareja inicia el contacto físico logras experimentar placer, entonces ¡no es que tengas falta de deseo, es solo que lo experimentas luego del contacto físico! Bajo el patrón: Excitación: Deseo: Orgasmo: Resolución.
No es necesario que te centres demasiado en conocer las causas de «falta de libido», pues es poco probable que el conocerlas te ayude a aumentar tu deseo sexual. Por el contrario, hacer algo al respeto suele ser bastante efectivo. Tal como dijo George Bernard Shaw: “No esperes el momento oportuno, créalo”.
¿Por qué mi esposo no quiere tener relaciones?
Ana llegó a la primera cita de terapia sexual diciéndome: «Mi esposo no quiere tener relaciones. Evita el contacto sexual y pone excusas. Me siento frustrada, herida y rechazada. Creo que me está engañando o que ya no le gusto»
El caso de Ana no es aislado. Son muchas las mujeres que me escriben por este motivo. La sociedad nos ha vendido la idea de que los hombres siempre están pensando en sexo. Por ende, cuando nuestra pareja no quiere tener relaciones interpretamos esta situación como anormal. De hecho, hemos creado un foro bajo este artículo para compartir experiencias y no sentirnos solas.
¿Su falta de deseo te hace sentir culpable, distante o irritable? ¡Tranquila!
“La falta de deseo sexual no es exclusiva de las mujeres, por el contrario, es tan frecuente como en los hombres”.
Es un mito bastante difundido que los hombres se interesan en el sexo más que las mujeres. Es un mito que está trayendo dificultades a las parejas actuales.
En una sociedad rodeada de sexo, parece imposible evitarlo aun queriendo que así sea. Y cuando mi esposo no quiere tener relaciones esto es interpretado como:
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- Ya no le gusto
- Hay infidelidad
- No me quiere
- La relación se ha dañado.
- Percibo algo extraño en mi/él.
- Etc.
Otros ejemplos:
Ana de 42 años me contaba lo siguiente:
-
- “No entiendo cómo me puede decir que me ama y rechazarme. Ya no solo no me busca, sino que no responde a mis propuestas y caricias. ¡Debería ser al revés, no entiendo que le pasa!”
Juana, de 27 años comenta:
-
- “Desde que tuvimos a nuestro hijo mi esposo no quiere tener relaciones. Cada vez que intento hablarle del tema se ofusca o busca evitarme”.
Nuestra cultura y los medios de comunicación han creado un prototipo para el hombre y la sexualidad. Cada vez recibimos más exigencias sobre la sexualidad:
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- Si no hay penetración no hay sexo
- Cuando no llego (o mi pareja no llega) al orgasmo hay algo mal
- No le gusto porque no se le paró (impotencia sexual)
- Etc., etc.
Sin embargo, estos son MITOS. Son expectativas falsas sobre la sexualidad. La realidad es:
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- Ninguna pareja llega siempre al orgasmo.
- Es normal que a veces los hombres eyaculen antes de que la otra persona llegue al orgasmo.
- También es natural que cuando el hombre está bajo mucho estrés no tenga una erección.
- Si tenemos mucho cansancio nuestro deseo sexual va a bajar
- La sexualidad no se reduce a la penetración
- ¡El órgano sexual más importante es el cerebro!
- Y el órgano sexual más grande es la piel
Al ser un tema tabú, los hombres no suelen hablar al respecto. Su «bajo deseo sexual» les aterra, pues pone en tela de juicio su masculinidad.
¿Cuántas veces has escuchado a tus amigos hombres comentar su bajo deseo sexual? ¿Te imaginas un grupo de hombres hablando sobre sexo? Diciendo yo tengo problemas de erección. ¡Probablemente nunca ocurra!
Bajo este legado cultural, si mi esposo no quiere tener relaciones la única explicación lógica es que algo anda mal. No obstante, existen muchas causas o razones para el bajo deseo sexual:
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- Estrés.
- Enfermedades físicas
- eyaculación precoz
- Uso de ciertos medicamentos (sobre todo los psiquiátricos)
- Depresión.
- Insatisfacción con la imagen corporal.
- Dificultades en la pareja (sentir des conexión, crítica, incomprensión, etc.)
- Problemas de erección
Sin embargo, el bajo deseo sexual no es un problema en sí mismo. Existen muchas parejas felizmente casadas que no tienen relaciones sexuales.
CAUSAS DE POR QUÉ MI PAREJA NO ME BUSCA SEXUALMENTE:
Antes de buscar una solución, lo primero es conocer cuáles son las posibles causas asociadas a la disminución del deseo sexual.
Es importante conocerlas para evitar caer en los peores escenarios imaginables. Nos ayudará a ser más racionales frente a la situación en lugar de cundir el pánico.
Causas psicológicas
Generalmente son más comunes que las causas orgánicas y pueden estar relacionadas con:
1.- Cambio de prioridades
Es natural que después de un tiempo la pasión inicial pase a un segundo plano, y en su lugar emerjan otros aspectos que se convierten prioritarios dentro de la relación de pareja.
Cuando tienes otros focos de atención, como mantener el hogar, los hijos o proyectos a futuro quizás el sexo deje de ser lo más importante.
Entonces, no te alarmes si actualmente el sexo ya no es tan frecuente como lo fue en los inicios de la relación.
Cambiar de prioridades es algo común en la naturaleza humana. Estamos frecuentemente cambiando nuestro foco de atención en la vida, a veces incluso sin darnos cuenta. Nuestros deseos e intereses por cualquier aspecto de la vida cambian a través del tiempo. La vida siempre nos pone desafíos distintos y con ello nuestro foco de interés cambia constantemente.
2.- Estrés
Todos reaccionamos de forma distinta frente al estrés, y la falta de deseo sexual es uno de los síntomas más comunes cuando estamos estresados.
Cuando estamos sobrepasados y sentimos que difícilmente podemos con todos nuestros pendientes, es natural que nuestras ganas de tener relaciones no sean las mismas que cuando nos sentimos en nuestro mejor momento emocional.
El estrés por las responsabilidades y la presión diaria, pueden generar alteraciones hormonales y también cambios anímicos y físicos afectando también los niveles de deseo sexual.
3.- Estado emocional
Emociones que nos drenan como la tristeza, la ansiedad o el miedo, difícilmente dan espacio al deseo sexual. A veces, las personas pueden estar mucho tiempo cargando esas emociones generando un cansancio emocional que afecta nuestra energía para todo lo demás.
Hay una conexión muy estrecha entre el deseo sexual y el estado emocional de la persona. Las emociones hacen que prioricemos más en unas cosas que en otras. Ya que no podemos dar nuestro cien por ciento en todos los ámbitos de nuestra vida.
4.- Temor por no satisfacer a nuestra pareja o Miedo a no cumplir las expectativas sexuales del otro
La comodidad en el sexo está asociada a cómo nos sentimos con nosotros mismos. Si tenemos una baja autoestima, es posible que no nos creamos suficientes en el ámbito sexual.
Este miedo a no cumplir con las expectativas sexuales del otro puede surgir en cualquier momento, no importa si son una pareja que lleva tiempo.
El temor puede gatillarse por alguna circunstancia en particular como revivir alguna mala experiencia del pasado o por problemas de autoestima aún no resueltos y de los cuales la persona no es del todo consciente.
Muchos se paralizan ante el miedo de no satisfacer sexualmente a su pareja. Ese miedo puede ser tan fuerte que puede llegar a bloquear o evadir el encuentro sexual. A esto se suma que nuestra cultura nos ha generado expectativas irreales respecto a la sexualidad y el desempeño que supuestamente deberíamos tener.
El haber tenido dificultad para la erección o dolor durante la penetración puede hacer que evitemos el sexo para evitar estas dificultades. Sin embargo, ambas son situaciones que se pueden trabajar en una terapia sexual.
5.- Peleas y discusiones constantes de pareja
Los problemas de pareja son algo normal. Pero si estos empiezan a afectar su proyección juntos e incluso los hace sentir incomodos en el día a día, esto influenciará en el deseo sexual hacia el otro. Los conflictos de pareja son inevitables, pero cuando son reiterativos (desconexión emocional, crítica, incomprensión, falta de apoyo en los compromisos asumidos, etc.) pueden desgastar nuestra relación y nuestro interés sexual por el otro. Si adicionalmente las peleas están asociadas a lo sexual, es menos probable que ese espacio se sienta seguro o agradable.
Causas físicas de por qué mi pareja no me busca sexualmente
- Consumo de sustancias: Medicamentos o drogas que inhiban el deseo sexual.
- Desbalances hormonales
- Enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión, entre otros
- Fatiga
- Estilo de vida poco saludable
MITOS DEL DESEO SEXUAL
1.- Los hombres siempre están listos para el sexo:
Nos han educado para pensar que los hombres siempre están listos para tener relaciones sexuales y esto no es cierto. El estrés, la falta de sueño y los problemas psicológicos del día a día (por lo que todos pasamos) bajan significativamente nuestro deseo sexual.
El problema es que los hombres no hablan de este tema abiertamente. Por el contrario, suele alardear y contar historias falsas respecto a su sexualidad.
2.- Las mujeres tienen una falta de deseo sexual:
Falso. Las mujeres tenemos la capacidad la misma capacidad que los hombres para el deseo sexual. Lo social moldea nuestro comportamiento. Por ende, es menos común que socialmente se acepte que las mujeres hablen abiertamente de un alto deseo sexual.
3.- En la pareja el deseo sexual debería ser siempre espontáneo:
Es importante empezar a hablar de sexualidad desde el inicio de la relación de pareja. Así mismo, es importante conversar sobre las expectativas y preferencias de cada uno. A todas las personas no nos gusta lo mismo y en el plano sexual sucede lo mismo.
Consecuentemente, las diferencias en el deseo pueden provocar muchos conflictos en la pareja, pudiendo llevarlos a pensar incluso en el divorcio.
En conclusión, es importante analizar nuestros hábitos de vida y conversar abiertamente con nuestra pareja sobre nuestras expectativas sexuales. Tan importante como fluir es llegar a acuerdos sobre lo que ambos necesitan y desean.
4.- Otros mitos relacionados con la sexualidad:
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- Cuando no llego (o mi pareja no llega) al orgasmo hay algo mal
- Si no hay penetración no hay sexo
- No le gusto porque no tuvo una erección o una erección completa
- Etc., etc.
Sin embargo, estos son MITOS. Son expectativas falsas sobre la sexualidad. La realidad es:
-
- Ninguna pareja llega siempre al orgasmo.
- Es normal que a veces haya eyaculación antes que la otra persona llegue al orgasmo.
- Es natural que cuando el hombre está bajo mucho estrés o ansiedad no tenga una erección o la pierda.
- Si tenemos mucho cansancio nuestro deseo sexual va a bajar
- La sexualidad no se reduce a la penetración, hay muchas formas de ser sexuales
- ¡El órgano sexual más importante es el cerebro!
- Y el órgano sexual más grande es la piel
¿Cuántas relaciones sexuales es normal tener al año?
¡Las que a ti y a tu pareja les hagan felices! Muchas parejas tienen relaciones sexuales una vez al año y ni piensan en acudir a una terapia de pareja. Cualquier estadística sobre frecuencia de encuentros sexuales es imprecisa. Pues va a depender de lo que satisface a cada persona.
¿QUÉ HACER SI MI PAREJA NO ME BUSCA SEXUALMENTE?
1.- No te culpes por ello:
El primer paso que recomiendo es no tomar la falta de deseo de tu pareja como algo personal o que es culpa tuya. Como terapeuta sexual y de pareja, he notado que la falta de deseo sexual entre uno de los miembros de la pareja a veces tiene que ver más con la persona que experimenta esa falta de deseo que con la otra persona de la relación.
Lo cierto es que la falta de interés en el sexo siempre tiene una o más causas.
2.- Todo empieza con la comunicación
No cometas el error de asumir cuáles son las causas de su falta de deseo sexual. Genera un espacio de confianza con una comunicación amable. Cuéntale como esto te hace sentir, exprésale tu necesidad de reactivar la vida sexual entre ambos y pregúntale que es lo que cree o siente al respecto.
Con la comunicación podrán identificar las causas para poder diseñar soluciones que sean convenientes para ambos.
Aunque suene cliché, la comunicación es uno de los principales requisitos para una relación sana. En mi experiencia como terapeuta de pareja, los problemas de pareja se convierten en un obstáculo en incluso amenazan la continuidad de la relación, cuando ambas partes han dejado de comunicarse.
Cuando un problema -de cualquier tipo- surge en la relación, es importante darle atención y no esconderlo bajo la alfombra. Sufrir en silencio no es positivo ni mucho menos útil para la relación.
Empiézale contando cómo te sientes al respecto. El bajo deseo sexual se convierte en una dificultad cuando uno de los miembros de la relación no se encuentra satisfecho. Por esta razón, es importante llegar a acuerdos sobre nuestra sexualidad. El comportamiento sexual suele generar un fuerte vínculo que diferencia la relación de pareja de las demás).
Es importante poder hablar con tu pareja sobre cómo te sientes y la importancia que tiene para ti llevar una vida sexual más activa. Como es un tema sensible, debe ser delicada al comentárselo, evitando criticar, quejarte o juzgar.
3.- Mantente abierto a escuchar
Ahora, la segunda parte para que una comunicación sea efectiva es realmente escuchar al otro. Cuando llevamos tiempo en una relación, a veces es común que creamos más en nuestras ideas preconcebidas sobre el otro, que en lo el otro efectivamente no está diciendo.
Por eso importante, estar abierto a escuchar lo que nuestra pareja nos dice para efectivamente conocer cuáles son los motivos por los cuales ha cambiado su actitud sexual.
4.- Trabaja tu frustración:
A veces la única salida a la frustración parece ser la separación o tener una aventura, no te precipites, créeme que es un error que no ayudará. Tener una aventura no es la solución es abrirle la puerta a la infidelidad. Si empiezas a salir con alguien que te atrae solo para conocerlo un poco más. No importa el potencial que tenga tu actual relación. La química hará que te encapriches y pienses que esta ya no es igual. Uno de los síntomas de que puedes estar empezando a encapricharte es decirte:
-
- Solo quiero conocerla/o un poco más.
- Es un amigo con el que realmente puedo conversar.
- Con ella puedo apasionado.
- Etc.
Ten cuidado, no te autoengañes. Puedes estar metiéndote en una situación complicada que puede llevarte directo a la infidelidad y ruptura.
5.- Evita la crítica no constructiva
Reclamarle a tu pareja de forma hostil o demandante puede ser realmente contraproducente. Generar más presión en él o en ella puede provocar que la persona se sienta peor o que se cierre a la posibilidad de afrontar la situación y de buscar soluciones.
Aunque es entendible que muchas veces pierdas la paciencia, es necesario respetar los momentos y decisiones del otro. Muchas veces al presionar ocurre el efecto contrario. Nuestra pareja se siente más invadida que seducida y empieza a rehuir a la situación.
Por eso, los pasos anteriores sobre la comunicación son necesarios antes de seguir tomando acción. Date un tiempo, sobre todo si tu pareja está pasando un mal momento. Comienza la conversación con comentarios positivos. Por ejemplo, diciéndole a tu pareja lo que sí te satisface, esto lo ayudará y motivará.
6.- Salgan de su zona de confort
Cuando el deseo sexual ha disminuido porque se ha convertido en una rutina, es necesario estar abiertos a descubrir nuevos aspectos de su sexualidad.
Incluso en el sexo, es común quedarse en una zona de confort, donde si bien todo agradable, puede ser rutinario y hasta predecible. Esto puede funcionar para cierto de tipo personas, pero no para todos.
Algunos necesitan incorporar experiencias y situaciones nuevas de vez en cuando, que los haga conocerse a sí mismos y a la pareja desde otra perspectiva
7.- Busquen ayuda profesional
¿Qué hacer si has intentado de todo, pero aun así tu esposo/a no quiere tener relaciones? O si ¿sientes que la comunicación no está funcionando entre ambos?
Un terapeuta de pareja puede ayudarlos a recuperar su sexualidad e incluso motivarlos a que su vida sexual sea más plena de lo que alguna vez fue.
Lo importante es mantener en mente que incluso este problema puede ser una gran oportunidad de crecimiento para la relación.
¿Me separo?
El bajo deseo sexual se convierte en una dificultad cuando uno de los miembros de la relación no se encuentra satisfecho. Por esta razón, es importante llegar a acuerdos sobre nuestra sexualidad.
El comportamiento sexual suele generar un fuerte vínculo que diferencia la relación de pareja de las demás).
A veces la única salida a la frustración parece ser la separación o tener una aventura, no te precipites, créeme que es un error que no ayudará.
Tener una aventura no es la solución es abrirle la puerta a la infidelidad
Si empiezas a salir con alguien que te atrae solo para conocerlo un poco más. No importa el potencial que tenga tu actual relación. La química hará que te encapriches y pienses que esta ya no es igual. Uno de los síntomas de que puedes estar empezando a encapricharte es decirte:
-
- Solo quiero conocerla/o un poco más.
- Es un amigo con el que realmente puedo conversar.
- Con ella puedo apasionado.
- Etc.
Ten cuidado, no te autoengañes. Puedes estar metiéndote en una situación complicada que puede llevarte directo a la infidelidad y ruptura.
¿Qué puedes hacer si tu pareja no tiene deseo sexual?
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- No hagas más de lo mismo. Si ya has intentado hablarle o has estado insistiendo con el tema, es mejor hacer un cambio radical y dejar de presionar a tu pareja. A veces cuando más se intenta una solución, más del efecto adverso obtenemos.
- Comienza la conversación con comentarios positivos. Por ejemplo, diciéndole a tu pareja lo que sí te satisface, esto lo ayudará y motivará.
- Es importante poder hablar con tu pareja sobre cómo te sientes y la importancia que tiene para ti llevar una vida sexual más activa. Como es un tema sensible, debe ser delicada al comentárselo, evitando criticar, quejarte o juzgar.
- Busca ayuda profesional, quizás el problema no sea tan grave como imaginas y una persona imparcial pueda ayudarlos.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Son muchas las parejas que, con el paso del tiempo, pierden interés en la intimidad sexual. Esto no es necesariamente algo negativo porque la pasión característica del inicio se transforma en otras formas de generar intimidad y profundidad en la relación.
Es normal que intensidad del deseo sexual cambie a través del tiempo y a veces puede pasar que no coincida con el de nuestra pareja. Pero cuando esta falta de sincronía deja de ser algo puntual y se convierte en una constante en la relación es momento de prestar atención y excavar más profundo.
Principalmente si sientes que la falta de deseo sexual de tu pareja está afectando tu seguridad personal o sientas que te desgasta emocionalmente con preocupaciones e incertidumbres sobre su conexión como pareja. Es necesario ir más allá y tomar una posición más activa para ahondar en los posibles motivos de la falta de sincronía en el deseo sexual entre ambos.
Busca ayuda profesional, quizás el problema no sea tan grave como imaginas y una persona imparcial pueda ayudarlos. Nuestros psicólogos son especialistas en psicología de pareja y pueden asesorarte en este camino. Para TERAPIA ONLINE puedes escribirnos a contacto@terapiapsicologicalima.com o si estas en Perú llamar al 962-783032 para separar tu cita.




